lunes, 21 de julio de 2008

Divide y vencerás... ¡aunque mal nos sepa!

Debo decir que, pese a mi edad, escucho más música de cuando nací que actual. El sistema me ha ganado... Siempre ha sido así y creo que lo será por un tiempo, porque no hay manera de escuchar ideas frescas... Vale, si: navego por MySpace, leo alguna que otra publicación vendida de tendencias, miro algun que otro fanzine "independiente" y siempre voy a parar a lo mismo, como quien dice. ¿Es que no hay propuestas nuevas? No es que no las haya, es que nos encontramos ante un alud de revival junto con una sobrepoblación de nuevos artistas que, pese a que me parece bien (porque así puedo ver en directo artistas que creía nunca podría), decía que pese a que me parece bien, no me permite concentrarme en las nuevas propuestas. Porque si el 50% de una revista o el programa de televisión lo pueden pagar las viejas glorias (pognamos, 10 artistas de reconocida fama mundial), el otro 50% de revista se lo tienen que repartir y costear aproximadamente (pongamos) 1000 artistas emergentes... Porque no nos llevemos a engaño, para acabar de funcionar debes ir a golpe de talonario. Aquí vemos el problema, ¿no?

Buena música siempre ha existido y existirá. En un mundo tan superpoblado como el nuestro, siempre habrá alguien o un grupo de gente haciendo un arte especial, único. Generalmente, ese arte único morirá con su o sus creadores y salpicará a sus más allegados, y raramente trascendirá a nivel mundial. En el modelo de negocio musical antiguo (época dorada de las discográficas, véase años 80 y 90), toda discográfica que se preciara se hizo con un buen catálogo de artistas. Hoy en dia, en las filas de Capitol, BMG-Ariola, etc. hay un montón de grupos y artistas, muchos de ellos con una cierta edad. Y, según dicen, no se pueden permitir apostar por nuevos talentos; es más, las disqueras se estan vienendo abajo. Como que estas discográficas han desaparecido o estan en ello, ya no pueden repetir el proceso con nuevos talentos. Y como que estas discográficas han enriquecido a estos grupos, viejas glorias hoy, ahora estos artistas tienen grandes audiencias, tienen equipos y estructuras de management complejas propias, y pueden permitirse estar en los festivales, radios, etc. acaparando toda la atención mediática. Son como los grandes centros comerciales y el pequeño comercio, es exactamente lo mismo. Cualquier grupo nuevo no puede ni soñar con ello porque necesita toda la inversión económica que en su tiempo hizo (por ejemplo) Virgin con Madness para llegar a donde estan ahora. Y llegar a ser unos U2 hoy en día... creo que es un sueño imposible, porque necesita dinero, y nadie lo pone. Coldplay estan en ello, pero son de los últimos del "formato antiguo de negocio" que quedan.

Esto da paso a la democratización de la música, gracias a Internet y bla bla bla. Se dice que ahora todo se iguala y que incluso tu grupo puede tener una web más guay que la de Primal Scream, aunque no deja de ser una curiosa anécdota. Lo de que Internet permite más difusión sobre tu arte y te permite llegar a más sitios es cierto, pero tiene otra consecuencia que suele pasar desapercibida, y es que es tan cierto como que las cadenas de mails (que llegan a todo el mundo) pasan a la carpeta de SPAM o son borradas tan pronto como se ha leído el mensaje absurdo que contienen, tras pasar un buen ratito en la oficina. Esto es así porque estamos saturados de oferta. Si me dicen que el grupo tal es bueno, voy a su MySpace, lo escucho, me compro su disco o los veo en directo y, en ese lapso, he recibido otras recomendaciones que me han hecho olvidar el grupo anterior. Mientras tanto, he ido al concierto de la vieja gloria de turno que ha impedido que me gaste esos eurazos que vale la entrada en nuevas propuestas musicales, porque he preferido la vieja gloria (porque la tengo que ver y me gusta, claro, y estoy en mi pleno derecho). Antes no había más remedio que idolatrar a Beatles o a Rolling Stones; seguir a U2 o soñar con Simple Minds; poner en un pedestal a Yes o ponerlos a parir escuchando Led Zeppelin; los grupos eran los que eran, pero ahora hay cientos de miles. ¡Y eso es bueno!

Ojo, que no me quejo. Porque eso es bueno. Pero por eso mismo, la atención y la inversión se dividen en muchas más partes, tocando a menos por artista. Por lo tanto, el modelo social de la música, el esquema de promoción y difusión, la temporalidad de un grupo o artista; todo, todo esto, se reduce y se divide en la medida en que cada vez aparecen más y más artistas y es tan fácil acceder a ellos como a los grandes. Cosa que me lleva a pensar que soñar con ser U2 hoy en dia es imposible, por este simple hecho. Porque nadie va a invertir, como punto de partida (a no ser que seas hijo de Flavio Briatore), y nunca tendrás tanta gente devota a tu arte como antaño, porque seguro que tu banda gusta tanto como la banda que tiene el siguiente ID del perfil de MySpace. Pero pese a ello, cientos y cientos de grupos sueñan con hacer giras mundiales, pasar a la historia, crear un punto de inflexión... al mismo tiempo que participan en la democratización y la globalización de la música, porque se tiene que estar al día. Y no ven la incompatibilidad, porque estan anclados en el modelo antiguo, y sueñan con él, en el fondo.

Hace falta, pues, que incluso los músicos nos demos cuenta de que el modelo ha cambiado y que eso ya no volverá nunca a ser lo mismo. Se crearán mitos, pero nunca tan fuertes como los que marcaron las décadas anteriores y definieron la música. Debemos darnos cuenta que el éxito que muchos ansian es poder sobrevivir con la música; ganarte un sueldo. Un sueldo, no una millonada. Y ganártelo haciendo tu música. Si consigues eso, creo que puedes sentirte la persona más afortunada del mundo. Creo que ese es el éxito hoy en dia. Los delirios de grandeza no tienen sentido, son caducos.