sábado, 25 de agosto de 2007

Pukkelpop 2007

Hola de nuevo, os escribo de vuelta de las vacaciones. He aprovechado la ruta por la zona noroeste de Europa para visitar el 3r y último día de uno de los festivales más importantes de música de Europa: Pukkelpop, en Hasselt, Bélgica. Seis escenarios y varias salas de DJ, demasiado para abarcarlo todo, así que explicaré mi experencia.

Durante la mañana estuvimos visitando varios escenarios de pasada, viendo breves instantes de actuaciones de varios grupos. Vimos mucho británico guitarrero pop, que es lo que está de moda. Quisimos ver Lacuna Coil pero por un retraso en la autopista no llegaron a tiempo y tuvieron que ser sustituidos por Enter Shikari. Cuando nos dimos cuenta del cambio, estaban a punto de salir y estábamos rodeados de un mar de adolescentes. Ya que estabamos atrapados, nos quedamos un rato y nos lo pasamos bien viendo el descaro y la actitud inocente de un grupo que no creo que sume más de 20 años de media de edad. Divertido, si más no. Practican la actual mezcla de guitarreo duro con sintetitzadores ácidos, a veces rock, a veces techno. Y mucho descaro y desparpajo.

Sparta tocaron en el Main Stage su rock heredero de U2. No estuvo mal, pero había demasiados guiños a la banda de Dublín. Silverchair ofrecieron un concierto bueno pero no espectacular. Su cantante omitió varias partes cantadas de las canciones y se recreó bastante en hacer paranoias con la guitarra (acoples, sonidos, solos con los dientes, etc), pero el público fiel se lo supo perdonar. A mi, personalmente, me cansó un poco.

Mi primera sorpresa fué con Ozark Henry, seudónomio de un conicido artista belga. Practica un pop rock muy en la onda de U2 o Coldplay (a veces excesivamente igual), pero se lo supe perdonar. Aunque fué uno de los que menos entregado ví al público (poca comunicación y una actitud relativamente distante), puedo asegurar que (a nivel musical) fué uno de los grupos más completos que ví ese día. Escuchad algo en su MySpace si tenéis ocasión (http://www.ozarkhenry.com/).

Tras Ozark Henry corrí a ver a The Sounds, el grupo sueco revelación del 2006. Fué como trasladarse a los años 80 y ver tocar a Blondie: algo impresionante. Nada que no esté ya hecho, y nada con muchas pretensiones, pero sí que puedo decir que fué uno de los conciertos más divertidos y entregados que he vivido. La actitud del grupo (pese a los visibles problemas técnicos) fué excelente, y tuvieron interesantes detalles como romper con el set para tocar Claro de Luna a piano y luego a piano y guitarra, algo que creía que hoy en día los grupos no tendrían narices de hacer. Pues ahí estaban. El bis del concierto, un tema techno pop guitarrero, fué el cierre perfecto para esta banda de jóvenes que rescatan la new wave tan de moda ahora.

Pero lo mejor, sin lugar a dudas, fué Nine Inch Nails. Debo decir que soy bastante desconocedor del trabajo de la banda de Trent Reznor (por no gustarme en exceso su sonido industrial), pero lo que vi en directo me dejó petrificado. Estuve todo el concierto inmóvil, alucinando, analizando cada uno de los cambios de luces, de los planos del VJ, de los cambios harmónicos y de tempo, cada uno de los leds luminosos que creaban impresionantes efectos que yo nunca antes había visto (como cuando pusieron la pantalla de leds delante de los músicos mostrando imagenes de ruido -como cuando la televisión no sintoniza nada- y a través de ese ruido se veía a la banda tocar por detras... increíble). El show ofrecido por NIN es de lo mejor que he visto en directo, junto al Night Of The Proms (en otro orden de cosas, claro) y el show de Roger Waters. No hubieron fallos, la interpretación fué exacta y precisa, el espectáculo fué milimétrico, hubo hasta 3 cambios de formato en el escenario (banda - DJ - banda - DJ) que se sucedieron como si nada... Realmente puedo afirmar que NIN es de lo más recomendable a día de hoy para ver en directo. Aunque no te gusten (como era mi caso), el dinero de la entrada estará muy bien gastado.

Tras ellos tocaron Tool, pero por muy mal que me sepa por ellos, preferimos cambiar sus guitarreos distorsionados por las carpas de DJ. Creo que Tool no merecían cerrar la noche tanto como lo merecían Nine Inch Nails.

¡Saludos y hasta otra!

jueves, 16 de agosto de 2007

El conflicto de prioridades

Desde pequeño me ha gustado la música y desde pequeño he tenido la suerte de escuchar mucha y muy variada música en casa, sobretodo británica. En un momento dado, aún muy pequeño, inicié las clases de piano y estuve seis años con ellas y los estudios de solfeo y harmonía. El gusanillo me atacaba, y mi primer grupo lo tuve con la inocentísima edad de... ¿!13 años!?... fueron dos ensayos y mucho soñar despierto. Aún recuerdo la cara del recepcionista de La Nau, donde alquilábamos el local, cuando le pregunté qué cable necesitabamos para conectar el teclado...

Tras esto vino otro grupo, con mi hermana y unos amigos, y luego pasé por varias formaciones hasta entrar en el grupo que sentaría las bases del proyecto en el que estoy involucrado actualmente. Entre tanto, he estado como teclista de apoyo en algunas bandas, teniendo la posiblidad de grabar para otros, tocar en el extranjero y meterme muy ligeramente en el negocio de la música. Almenos a día de hoy tengo una idea bastante clara de cómo se procede para hacer algo y llegar a algún sitio (sea el que sea), pero a los dieciocho años me parecía totalmente incomprensible y no entendía cómo se podía uno ganar la vida con la música. Almenos en el mundo de la música de grupos, la escena (omito música clásica, ópera y otras formas de las que no hablo por total desconocimiento).


Existen varias maneras, como por ejemplo formando parte de una orquestra, grupo de versiones o de la BBC (bodas, bautizos y comuniones). O por ejemplo de músico de sesión. Lo que se suele llamar mercenarios: ofreciendo tus servicios como músico a terceros para grabaciones, actuaciones, arreglos, producciones, etc. a cambio de dinero. Para llegar a alguna parte optando por esta vía uno debe especializarse mucho en su instrumento, aprender muchos estilos, tocar muchísimo (cada día unas cuantas horas), actuar más, acudir a todas las jam sesions posibles (tanto para tocar como para cuajar posibles relaciones que lleguen a algun sitio), y anteponer esto a cualquier cosa.


Y luego esta con lo que todos sueñan despiertos: triunfar en la música. Suena grande, goloso, imposible. Y todos los grupos no entienden por qué ellos no estan allí si los Tal Cuales estan en los 40 y son la mitad de buenos que ellos. Pues la respuesta parece que empiezo a entenderla, tras años mirando y analizando. Hay dos factores.


El primero es que existe una primera criba que se basa en la calidad obtenida en función de la entrega y la actidud (que deben ser muy elevadas). Cuando oyes un grupo en directo, toque lo que toque, sabes si sirven o no. Cuando hablo de calidad hablo de saber hacer: es decir, de tocar todos a una, de tener presencia escénica, de tener una coherencia en la música y tener bastante definida la línea del grupo, independientemente del estilo, calidad de las canciones en sí, etc. Si el grupo sale al escenario y notas que lo hacen bien, que lo viven y que generan reaccion en el público, entonces sabes que ese grupo puede llegar a hacer algo, sea lo que sea. Y esto que digo no entiende de estilos, ritmos, melodías, etc. sinó que sólamente entiende de actitud y entrega, de sensaciones, de percepciones. Si el grupo le echa horas y trabajo, y si son buenos realizando SU música, se nota. Insisto en que no importa lo que de ellos salga (pop, rock, folk, experimental, fados, etc) sinó de que lo que salga, salga bien, elaborado, con sabor.


Y el segundo es la inversión. Decía antess que no importa lo que hagan mientras lo hagan bien porque este segundo factor, que es la inversión, es el factor decisivo para que algo funcione independientemente de lo que sea. Evidentmente hablo de inversión económica (que alguien o un sello invierta dinero y pueda pagar publicidad, discos, alquileres de sala y viajes a conciertos), pero también hablo de inversión de tiempo. Que la banda trabaje mucho y duro para progresar, mejorar el directo, ganarse al público, sacar nuevas grabaciones y crear relaciones con otros músicos, productores, etc. La inversión es el factor clave, creo, y a veces se triunfa con una simple inversión de dinero y a veces se triunfa con una enorme inversión de tiempo.


Entonces es cuando aparece el conflicto de prioridades. Aquellos grupos que tienen la suerte (trabajada o no) de estar en el punto de disponer de ambas cosas (calidad e inversión), saben que entonces empieza el auténtico conflicto de prioridades personal. Porque el día tiene 24 horas, de las cuales 8 se duerme y 2 se usan para comer (aprox). El resto del tiempo uno tiene que generar ingresos para vivir, pero si se invierte tiempo en un grupo que no genera beneficios a corto plazo, ¿de qué se vive? Y si se trabaja se pierde tiempo para invertirlo en el grupo que a la larga tiene que generar el sustento y es la apuesta de vida... Cada cual tiene su propia manera de resolverlo, pero está claro que dicho conflicto surge una vez y debe tomarse una decisión drástica: o se apuesta, o se va a medio gas y se pasa el arroz.


Así que para triunfar en la música como se suele decir, uno debe trabajar muy duro, saber muy bien que realmente quieres ganarte la vida con la música y basar tu manera de vida en ello. De otra forma me consta que también es posible, pero el índice de fracasos es muchísimo mayor. Si se va a medio gas se tarda el doble, y la edad es un handicap en un mundo como el de la música, en el que constantemente aparecen nuevas y jóvenes bandas dispuestas a comerse el mundo. El negocio de la música no dista mucho de otros como el del fútbol o, por ejemplo, el de la Fórmula 1. Y si quieres entrar en él, debes aceptar sus reglas.

Así que, ¡dejad de soñar y empezad a ensayar!

miércoles, 8 de agosto de 2007

Ghots - The world is outside

Siguiendo con la hornada de nuevos grupos con regusto retro, aparecen Ghosts, un grupo inglés cuyo single, homónimo al disco, es The World is Outside. Hay de todo en sus influencias: con una simple escucha, oigo Beatles, oigo U2, oigo Supertramp, oigo pop facilón y oigo pop efectivo. Es ochentas con setentas, algo curioso. Tiene un toque de Keane (por poner algún grupo actual también refrito de influencias).
Al igual que a The Twang, los descubrí zapeando por MTV. Sintonizé a mitad del videoclip del efectivo single, una canción sin más pretensiones pero que funciona y tiene calidad, que narices. La podéis escuchar en http://www.ghostsmusic.com/, hay un player Flash para escuchar sus canciones, o también en su MySpace (http://www.myspace.com/ghostsuk).
No os desilusionéis tampoco: es pop fresco, alegre, sin mucho contenido pero bien hecho. Una mezcla de influencias bien llevadas a cabo, para agrandar un poco más el abanico de formaciones que suenan a británicas con influencias británicas. Pura música inglesa, producida como mainstream aunque tengan momentos de intento indie (escuchad esos estribillos con guitarras limpias a corcheras y charles disco de Stop).
Os lo recomiendo, para pasar el rato. Simplemente.